Buscando una satisfacción que dure – XVIII Domingo del tiempo Ordinario

I. Experiencia de Vida

Soy maestro en la Universidad Panamericana y cada semestre nos evalúan en nuestro desempeño como maestros, siempre me emociona ver como me califican mis alumnos, y leer sus comentarios de mi clase, en cuanto los leo, lo comparto con mi esposa, quien me ve con ojos de amor y me felicita, y puedo ver en sus ojos una admiración que me hace sentir muy bien, 15 minutos después de esa satisfacción, mi mente, mi corazón, mis deseos ya están buscando otra cosa que los satisfaga.

Tengo la bendición de recibir en muchas ocasiones sus agradecimientos o mensajes sobre la catequesis dominical, es una sensación hermosa escuchar o leer que las palabras que Dios pone en mi boca y en mis manos son importantes para ustedes, ese honor por ser reconocido me hace sentir muy bien, 15 minutos después de esa satisfacción, mi mente, mi corazón, mis deseos ya están buscando otra cosa que los satisfaga.

Disfruto comer, y beber, en particular disfruto mucho de la cerveza, la sensación en la boca de una buena comida y una buena bebida, son espectaculares, pero esa sensación dura en mi boca menos de 1 minuto, si soy goloso busco comer más y más, buscando mantener esa satisfacción en mi boca, después de unos minutos de terminar de comer o beber, la satisfacción se termina.

Cuando recibo el pago por mi trabajo, y veo en mi cuenta bancaria el dinero recibido, me siento muy contento, realizo mis pagos y a los minutos, ya estoy buscando otra cosa, otro satisfactor que me haga feliz.

Estamos muy cerca de lo que hizo Esau, que es profanar su progenitura por un plato de lenteja, cambiar lo divino, por lo terrenal.

Termino esta experiencia de vida, con 2 frases de dos iconos filosóficos que me gusta mucho leer y analizar, San Agustín y Benjamin Franklin.

La cerveza es prueba de que Dios nos ama y quiere que seamos felices: Benjamín Franklin

Nos hiciste, Señor, para ti, y nuestro corazón está inquieto, hasta que descanse en ti: San Agustín

¿Por qué uso estas frases y por qué están juntas?

II. Mensaje

¿Dios quiere que disfrutemos de la vida? Por supuesto, por eso nos dio los placeres de esta vida, en la propia creación, Dios ve que lo creado es bueno. El problema es que hemos centrado nuestras vidas en disfrutar de la vida como si fuera el fin último, y no un medio para reconocer y ver a Dios.

San Irineo, en una de sus frases más icónicas, dijo: “Gloria Dei vivens homo”, que bien podría traducirse o interpretarse, como: ¿Quieres darle gloria a Dios? Vive al 100% tu humanidad!!!

Lo que San Irineo quería decir era la mezcla de la frase de San Agustín y la de Benjamin Franklin:

  1. El fin último del hombre es dar Gloria a Dios
  2. Los bienes de este mundo no son el fin último del hombre
  3. Puedo usar los bienes de este mundo me pueden servir para dar Gloria a Dios

Por lo tanto debo saber separar los medios de los fines.

Todo lo que tenemos en esta vida es un medio para llegar a Dios, ¿Lo puedo disfrutar? Obvio, para eso nos los dio Dios, pero sin quitar la mirada en que ese no és el fin, ese no es el destino, el destino es darle Gloria a Dios, el destino es el cielo, no esta vida, no las cosas materiales. 

Al respecto, el Obispo Barron escribe de forma extraordinaria:

Si las Escrituras están en lo cierto, el mayor problema de hoy es lo que siempre ha sido a lo largo de la historia humana: falta de ortodoxia, una suspensión de la alabanza correcta. Como la mujer del pozo, la mayoría de nosotros busca el amor en los lugares equivocados.

Como los sacerdotes de Baal, la mayoría de nosotros saltamos ante los altares a los dioses que no pueden, ni siquiera en principio, satisfacernos. 

Siguiendo la sugerencia de Tomás de Aquino, podríamos imaginar ese pozo y esos altares a los Baales como símbolo de nuestra búsqueda de los 4 grandes sustitutos de Dios, a saber, 

  1. Dinero, 
  2. Placer, 
  3. Poder, y 
  4. Honor.

Cuanto más ordenamos nuestro anhelo infinito de Dios hacia uno de estos objetos finitos, más adictos nos volvemos, hasta el punto de hacernos daño a nosotros mismos, lo cual es sugerido poderosamente por los sacerdotes de Baal cortándose a sí mismos mientras suplican a sus dioses falsos.

La elegante fórmula litúrgica «Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad» funciona como una especie de prescripción: en la medida en que nuestro culto esté correctamente dirigido, el orden prevalece tanto en nosotros como en la sociedad en general.

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

En la primera lectura, vemos la típica confrontación entre lo divino y lo humano,

  • Los hombres murmuran contra Moisés y Aarón, se quejan de Dios
  • ¿Contesta Dios con un reclamo? No, contesta dándoles de comer

Mientras que nuestra tendencia es a culpar a Dios, por la falta de bienes terrenales, Dios usa los bienes terrenales para mostrarles que Él nos da el pan con lo que nos quiere alimentar.

El salmo de este domingo, es el Salmo 78 (77), en la segunda estrofa, los versículos 23 y 24, nos muestran el resumen de este domingo:

  • abrió las compuertas del cielo:
  • les dio un trigo celeste.

Dios quiere abrir las puertas del cielo, para que nosotros desde la tierra podamos disfrutar de lo que será nuestro destino final: el cielo. Para eso nos da el alimento, un trigo celeste, para que nos acerquemos más a Él.

Dios es muy sabio, y usa el alimento terrenal, para presentarnos una idea mucho más fundamental, el verdadero alimento, es Él. Si unas horas sin comer nos pone muy mal físicamente, ¿Qué es vivir sin Dios?

San Pablo en la segunda lectura, le escribe a los Efesios, y les pide que se alejen de la vanidad de su mente, Si no vivo de acuerdo a la arrogancia de mi mente, ¿De acuerdo a qué debo vivir? 

El versículo 22 y 23 de este capítulo 4 de la carta a los Efesios nos dan la respuesta:

  • Ya no podemos vivir como antes
  • Debemos despojarnos de lo que nos vicia y nos atrapa en deseos engañosos,
  • Debemos formar nuestra mente alineada al Espíritu Santo

Estamos llamados a ser la Imagen de Dios, y como dice Matthew Kelly, en su libro El ritmo de la vida

Un momento Santo es aquel en el que estás siendo la persona que Dios te destino para que fueras cuando te creo.

En el Evangelio de San Juan, Jesús se da cuenta que lo están buscando por algo 100% terrenal, la comida. Jesús, con la inteligencia que lo caracteriza, utiliza este momento para hablarles de lo terrenal versus lo celestial.

Hay X frases que quiero destacar de Jesús, que no las dijo solamente hace 2000 años, hoy nos las dice a nosotros

  • Trabajen, no por el alimento que perece, 
  • Trabajen por el alimento que permanece para la vida eterna,
  • Jesús soy el pan que da vida. 
  • El que está en Jesús, nunca más tendrá hambre, 
  • El que está en Jesús, nunca más tendrá sed.

IV. Oración

Señor, por el poder de tu espíritu santo, permíteme vivir una vida santa para poder representar a Cristo en la tierra en el nombre de Jesús,

Ayúdame a caminar contigo en santidad para que pueda cumplir mi destino y el propósito de mi existencia en el nombre de Jesús,

Dame el espíritu de humildad para que pueda caminar contigo en santidad en el nombre de Jesús.

Concédeme para guardar tus mandamientos, aleja la arrogancia de mí en el nombre de Jesús,

Ayudame a buscar las cosas del cielo, a disfrutar de las cosas de la tierra con la mirada puesta en ti, que eres todo amor y misericordia

Que el Pan que nos das, que es tu Hijo, nos alimente para lograr ser en esta vida tu Imagen y Semejanza.

Amen

V. Compromiso

Reflexión: 

  • ¿Dios quiere que disfrutemos de la vida?
  • ¿Quieres darle gloria a Dios?
  • ¿Qué tipo de alimento busco?
  • ¿Qué es vivir sin Dios?
  • ¿De acuerdo a qué debo vivir? 

Acción: 

  • Buscar los momentos de Santidad
  • Buscar la comunión con Cristo y su Iglesia
  • Hacer un examen de conciencia, diario, de cuánto dedique a este mundo y cuánto al cielo

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

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