¿Quién puede subir al monte del Señor? – Domingo de Ramos

I. Experiencia de Vida

Como ya las he compartido aquí en algunas ocasiones, tengo un bebito de un año y medio y me sorprende muy a menudo como Él en su mundo, cree que sabe todo y que todo está a sus pies, porque muchas veces que uno le da una indicación o le dice por dónde debe uno de ir, Él tiene que probar otra cosa.

Decimos mucho en el lenguaje coloquial: “Nadie experimenta en cabeza ajena”, es decir no entendemos por la experiencia de los demás, no entendemos por los planes de Dios, nos sentimos, que somos dioses, y que el mundo, la vida, El universo y todo lo que estamos todos lados debe de girar de acuerdo a nuestros planes, pero nosotros no controlamos el clima, no controlamos si va a temblar o no va a temblar, no controlamos la velocidad con la que crece nuestras uñas, no controlamos el color de nuestro cabello, las canas, las arrugas, nuestra altura. 

Controlamos muy pocas cosas de nuestra vida, y aún así sentimos que somos dioses sentimos que somos lo más importante en este mundo, Hoy el propio Dios, Jesucristo, nos dirá: Yo me someto, me anonado, y obedezco el plan divino, por encima de mi voluntad. 

II. Mensaje.

Jesús viene a cerrar la profecía de Ezequiel 10:18-19 y Ezequiel 43:1-2: La Gloria de Dios, vuelve al templo.

Para que dicha Gloria de Dios vuelva, Jesús vuelve a Jerusalem sin miedo al poder y a la maldad de sus enemigos. No quiso entrar de incógnito, no solo llega en publico, sino también con rostro sereno, tranquilo, triunfal y sin decir nada.

Dios es silencioso, no es un Dios silenciado, su silencio no es impotencia, sino “paciencia para con nosotros

Jesús opta por el método que usó toda su vida, la de pedir prestado:

  1. Nació en un establo prestado
  2. Navego en una barca prestada,
  3. Multiplicó los panes y peces, que le prestaron,
  4. Comió la Pascua en una casa prestada,
  5. Fue sepultado en un sepulcro prestado, y 
  6. Entró a Jerusalén en un burrito prestado

Su humildad es tal, que como dice San Pablo: “Se anonadó a sí mismo”, decidió seguir un plan que es superior a su voluntad y por “obediencia aceptó incluso la muerte”   

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

No quiero usar este domingo nuestro evangelio sino por el contrario utilizar la lectura de entrada la bendición de Las Palmas y el Evangelio que se lee afuera del templo que se toma del Evangelio según San Marcos, capítulo 11 del versículo 1 al 10, un tema fundamental de esta lectura es el destino: Jerusalén. Y llegó por el lado Este, es decir el lado Oriente, cerca del monte Los Olivos; esto es fundamental entenderlo para conectarlo con la profecía, como mencionamos en el mensaje, del profeta Ezequiel.

San Marcos nos narra que dos discípulos, muy probablemente uno de ellos Pedro, cumplen con el mandato de Jesús. Él les pide que vayan al pueblo y van a encontrar un burro, un burro, en un lenguaje muy de nosotros, virgen, un burro que nadie había montado y la frase que Jesús les dice que es trascendental entenderla: “Si alguien les pregunta porque lo desatan contestenle el señor lo necesita y lo devolverá pronto”. 

¿ Por qué es importante esta frase de Jesús?  

Porque habla de nosotros mismos, habla de nuestro rol de lo que Jesús nos pide en muchas ocasiones, Él busca que seamos útiles en su plan de salvación, quiere usarnos para algo, quiere montarnos, quiere usar nuestras capacidades, y en algún momento lo devuelve.

En algún momento requiere de ti, tu paz, tu tranquilidad; en algún otro momento necesita tu pasión, en algún otro momento necesitará tu fuerza, en algún otro momento tu silencio, o tu oración, o tu sacrificio, y tenemos y debemos estar disponibles para Él,l porque eso es lo vamos a ver bien durante toda esta semana santa, el verdadero fin del cristiano es seguir el plan divino, seguir el plan de Dios.

Nos narra el evangelista San Marcos que una vez que le pusieron los mantos para que Jesús pudiera sentarse sobre el burro y como el burro, como sabemos, no lo habían nunca montado muy probablemente sus patas no tuvieran herraduras, por lo que  ponen manto sobre él sobre el piso, palmas y mantos para que el animal pueda caminar tranquilo. 

La gente va gritando y lo que va gritando lo encontramos en concordancia con el segundo libro de Samuel capítulo 7 versículo 16, que es la promesa del reino al rey David. 

Jesús está cumpliendo no con los gritos que Él incita, sino que la gente directamente reconoce en Él una doble conexión, la profecía de Ezequiel y la promesa al Rey David que su que su reino no tendría fin. 

El Salmo que se utiliza para la procesión o para el momento previo a entrar al templo es el Salmo 24 (en sus misales es el 23).

Utilice este Salmo, para el titulo de nuestra catequesis de este Domingo de Ramos. 

Existe una pregunta fundamental en el segundo renglón de este Salmo 24: “¿Quién subirá hasta el monte del señor?” 

La pregunta pareciera sencilla más nos trae una preocupación sustentable, Sí pecamos, si seguimos pecando, si somos pecadores, nosotros no podemos tener acceso por nuestra propia capacidad al monte del Señor. 

Pongo un ejemplo en la mitología griega ningún ser humano podía entrar al monte Olimpo. ¿Quién es el que me puede dar entrada a ese monte? Solamente uno de los dioses. 

En el caso de nosotros, los cristianos, el único que nos puede dar entrada al cielo, a este Monte del Señor, es aquel que tiene el corazón limpio y las manos puras, aquel que obtiene la bendición de Dios, el que obedece, y entonces, su obediencia permite que se abran las puertas de par en par, que se agranden los portones, porque entonces la gloria de Dios se nos abre a todos nosotros.

Ahora si llegamos a nuestra primera lectura, la primera lectura está tomada del libro del Profeta Isaías el capítulo 50 los versículos 4-7.  Este texto es conocido como El tercer cántico del Siervo Sufriente, o Siervo Doliente.

Isaías describe 6 siglos antes del sufrimiento de Cristo su pasión con una impresionante nitidez.

Sí analizamos la profecía de Isaías, el texto nos narra tal cual: “El señor Dios me ha hecho oír sus palabras” nunca dice entender, o, me hizo razonar, me hizo captar, No, simplemente dice que escuchó las palabras de Dios y que no puso resistencia a esas palabras y por lo tanto ofrece la espalda a los que lo golpeaban, la mejilla a los que le tiran la barba, y no aparta su rostro de los insultos y salivazos. 

En ningún momento esa obediencia está basada en la razón. Es la voluntad de Dios y yo la debo de seguir y ese es el modelo que Jesús nos pone y ese es el modelo que Isaías en su profecía nos está poniendo, lo que leemos en el Salmo 24 ese corazón puro, esas manos limpias, eso se logra por la obediencia al plan divino.

El Salmo 22 de este domingo tiene para mí una connotación bellísima, este Salmo lo utilizará Jesús en la cruz: ”Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?” 

Hay una interpretación que me gusta mucho de GK Chesterton, que dice que ese abandono que Jesús siente por unos segundos, minutos, u horas, es el mismo sentimiento que comparte, esa misma sensación que Él vive, esa misma emoción de los que están alejados de Dios. 

Si en algún instante te sientes alejado, perdido, olvidado, o tienes la sensación de que Dios no te está escuchando, que Dios no te estés está viendo, conéctate con este momento de Jesús cuando recita este salmo 22: “ Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado” 

Finalmente quiero terminar con la carta del apóstol San Pablo a los Filipenses capítulo segundo versículos del 6 al 11.

Tiene una sabiduría y una profundidad, enorme.Sí, solamente dividieramos las palabras que ocupa San Pablo e  hiciéramos ese análisis de las palabras verían la belleza que tiene este texto.

Vamos dividiendo las palabras importantes de este texto:

  1. Prerrogativas de su condición divina. La palabra prerrogativa involucra que existe un atributo de excelencia, existe un privilegio, existe una gracia, es decir que la persona que tiene esa prerrogativa, en este caso Jesús, una prerrogativa divina pues tiene todo eso y Jesús decide no aferrarse a esa prerrogativa.
  2. Se anonadó a sí mismo.  La Real Academia Española dice que anonadar, es reducirse a la nada, eliminarse, como si su voluntad, sus ideas, sus conceptos, no valieran, los reduce a la nada, lo trascendental es la voluntad del Padre.
  3. Tomó una condición de siervo. El siervo es el que declara, acepta y vive como de alguien más: su Su Señor, su dueño. Ya no es dueño de sí mismo, ya no le pertenece nada. Los Cristianos estamos llamados, no por obligación, sino por amor y libertad a reconocernos como siervos, somos siervos de un plan divino, somos siervos de un señor que es Dios.
  4. Por obediencia aceptó incluso la muerte y una muerte de cruz. Veamos la palabra clave en este texto: obediencia. Obediencia, así como por la desobediencia de Adán y Eva fuimos expulsados del paraíso, por la obediencia de Jesucristo se nos abren las puertas del paraíso.
  5. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas. Exaltar involucra que Dios Padre lo elevó a la mayor dignidad, es decir lo reconoce como rey El rey de todo lo creado ¿Por qué? Porque nos ha liberado de las garras del pecado, de las garras de la muerte, a todos aquellos que siguen a Jesucristo.

IV. Oración

Que la pasión de Jesús, Nuestro Señor, nos traiga el perdón, y aunque no lo merecemos por nuestras obras, por medio de este sacrificio único, lo recibamos por  misericordia. 

Por Jesucristo nuestro señor.

AMEN

V. Compromiso

Reflexión: 

  • Para que Dios haga sus planes, ¿Qué le vas a prestar?
  • ¿Cómo puedo conectar mi vida con la de Jesús en este Semana Santa?

Acción: 

  1. Al leer las lecturas, verme como uno de los personajes
  2. Volver a leer la Carta de San Pablo a los Filipenses (2,6-11), y reflexionar 
    • ¿Por qué Jesús tenía que anonadarse?
    • ¿Cuando me he anonadado?
    • ¿Cuando he negado mis planes para hacer planes divinos?

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

Deja un comentario