El estado Escatológico del Cristiano – XXXII Domingo del tiempo Ordinario

I. Experiencia de Vida

Tuve la oportunidad de cuando era chico de ver una gran película llamada Quo Vadis, de 1951, una historia sobre un comandante romano: Marcus Vinicius, que se enamora de una hermosa cristiana: Lygia, y comienza a cuestionar el liderazgo tiránico del déspota emperador Nerón.

Hace un par de meses pude comprarla en iTunes, y volver a verla.

Además de ser una gran película (nominada a 8 Oscars), es una gran introspección de lo que debieron ser las primeras comunidades cristianas.

Muchos de los primeros cristianos murieron mártires, así que ser Cristiano en los primeros siglos de la Iglesia, era en muchos casos una profecía de que morirías mártir. 

Hoy vivimos un cristianismo mucho más light, mucho más sencillo, mucho más relativista, pero esa no era la misión a la que estamos llamados los Cristianos, estamos llamados a tener nuestra visión siempre en la vida del más allá.

Un Cristianismo que no es total y absolutamente puesto en la otra vida, está totalmente y absolutamente alejado de Cristo.

II. Mensaje

Por las próximas 3 semanas revisaremos el fin de los tiempos, tomando el capítulo 25 de San Mateo

¿Qué dice la Iglesia sobre el fin de los tiempos? Lo estudia mediante la escatología.

La escatología cristiana es una rama de la teología cristiana conformada por las creencias escatológicas o de las «últimas cosas» del cristianismo. 

La palabra Escatología proviene de 2 palabras griegas que significan «último» (ἔσχατος) y «estudio» (-λογία), se trata del estudio de las ‘cosas finales’, bien el fin de la vida individual, o del fin de los tiempos, o del fin del mundo, así como la naturaleza del Reino de Dios. Se refiere al estudio del destino de la humanidad tal como se describe en la Biblia, la fuente primaria para cualquier estudio escatológico cristiano.

Dios se hizo hombre para que el hombre pudiera participar de Dios: Soteriología.

El estudio de la Escatología nos ayuda a devolver a la figura de Cristo su aspecto soteriológico, o sea salvífico; de esta manera la Cristología y la Escatología quedan íntimamente unidas. 

La Cristología ve más el aspecto objetivo de la Soteriología, y la Escatología se fija más en el subjetivo.

  • Jesús mató a la muerte muriendo (Hebreos 2: 14-15).
  • Con la muerte de Jesús, la muerte de los Cristianos no es un fin, sino un paso, una Pascua.
  • Los creyentes en Cristo no tenemos motivo para entristecernos como los demás que no tienen esperanza. Al otro lado de la tumba, nos espera el Señor.
  • Por eso, el Cristiano debe estar preparado, porque no sabemos a qué hora va a venir el Hijo del hombre.
  • Debemos estar preparados con lámparas (lo exterior) y aceite (lo interior)
  • No es suficiente la voluntad (lámparas), requerimos del Espíritu Santo (aceite) para estar listos a la 2° venida de Cristo.

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

En la primera lectura, tomada del libro de la Sabiduría, nos explica al menos 4 puntos

  1. La Sabiduría de Dios se deja encontrar.
    • ¿Por quienes? Por quienes la buscan
    • ¿Cómo la busco? Despejando mi vida de lo que estorba para ver a Dios
  2. La Sabiduría de Dios se anticipa a darse a conocer a lo que la desean
    • ¿Cómo y de qué forma deseo la Sabiduría de Dios? Con la Oración, con la caridad, con el estudio de las verdades cristianas, con la Eucaristía, la vida sacramental, etc.
  3. Darle la primacía en los pensamientos es prudencia consumada
    • Es el primer mandamiento, poner a Dios sobre todas las cosas
  4. A los que son dignos de esa Sabiduría, Él sale a buscarlos por los caminos
    • Como el Padre Misericordioso sale al camino por el Hijo Pródigo, así cuando nosotros seguimos sus mandamientos, somos dignos y entonces se da una fórmula mágica:
    • Yo pongo como primicia la Sabiduría Divina, mi mente está gobernada por Dios, luego entonces sus planes y los míos son los mismo, y Él: Colabora con nosotros en todos nuestros proyectos.

En el Salmo, recitamos que nuestra alma tiene sed de Dios, y es como dice San Agustín: «NOS HICISTE, SEÑOR, PARA TI, Y NUESTRO CORAZÓN ESTÁ INQUIETO, HASTA QUE DESCANSE EN TI»

  • Nuestra alma, como nuestro estómago o nuestro cerebro, saben lo que quieren, y nuestra alma, aunque la podamos llenar de muchas cosas, no está satisfecha hasta que puede estar EN el Señor.
  • El Salmista deja entrever en la segunda estrofa un mensaje escatológico:
    • «Mejor es tu amor que la existencia», es decir el amor de Dios es más importante que la propia vida,
    • Nos está dando una escala de valores, pon primero el amor de Dios y después tu propia vida, tus propios deseos.

La Segunda lectura tomada de la 1° Carta de San Pablo a los Tesalonicenses, debemos hacer un ejercicio de transformación del texto al positivo:

  • Queremos que conozcan lo que pasa con los difuntos, para que vivan felices como los que esperan en la resurrección de los muertos
  • Ahora podemos leer con más placer que si nuestra creencia es que Jesús murió y resucitó y nosotros somos suyos, también debemos de creer y con alegría que los que morimos EN Jesús, llegaremos con Él al cielo.

Con lo anterior entendido, podemos ver el inicio del capítulo 25 del Evangelio de Mateo, que leeremos completo por los siguientes 3 domingos.

  • Tenemos a las 10 mujeres que salen al encuentro (mismo verbo usado en la 1° lectura) del esposo
  • Sabemos que este es un texto Escatolgico ya que Jesús es presentado ya como el Esposo, es decir ya selló el compromiso.
  • ¿Qué son las lámparas y el aceite de esta lectura? Permítanme compartir una reflexión.
    • Las lámparas es lo exterior y el aceite la vida interior
    • En el momento más duro de nuestra vidas, de nada nos servirá lo exterior, sino tenemos las armas internas para poder soportar la espera del Esposo.
  • Hay un tiempo de espera para que llegue el Esposo, todos tenemos que pasar por ese proceso, un tiempo de Adviento, un tiempo de reflexión antes de la celebración final. ¿Cómo nos estamos preparando?
  • Se escucha un grito a media noche, es el mismo sonido que Pablo nos contó en la segunda lectura
    • Suenan las trompetas
    • Se escucha la voz del Arcángel, y 
    • El Señor baja de los cielos.
  • Finalmente la lectura termina con una recomendación, advertencia y petición: «Estén alertas porque no saben ni el día, ni la hora», vivamos como si hoy mismo fuéramos a irnos de este mundo, en comunión con Cristo.

IV. Oración

Escucha, Señor nuestras súplicas y haz que, al proclamar nuestra fe en la resurrección de tu Hijo, se avive también nuestra esperanza en nuestra resurrección y la de nuestros hermanos.

Jesús, yo creo que tu eres la resurrección y la vida, creo en ti, se que aunque mi cuerpo un día morirá, viviré para siempre en la casa del Padre, junto a Ti, tu Madre y todos tus Santos.

Hazme consciente de que esta vida no es el destino final, sino solamente el camino hacia la casa del Padre.

AMEN.

V. Compromiso

Reflexión

  • ¿Qué vale en esta vida más que la entrada al cielo?
  • ¿Mi familia tiene claro que un día moriremos?
  • ¿Estoy preparado para una muerte Cristiana?
  • ¿Mi vida es hoy tan cercana a Cristo que no tengo miedo a morir?

Acción: 

  • Dedicar 5 minutos al día en pensar que esta noche moriré, y reflexionar en que Jesús me está esperando en el cielo

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

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