¿Cuál es la vocación del Cristiano? – IV Domingo del tiempo ordinario

I. Experiencia de Vida

¿Qué es la vocación? La sola pregunta involucra que es algo que no tenemos vivo en el consciente, que debemos ir al inconsciente y/o afuera de nosotros a buscar respuestas.

Ya en otra entrada del blog, había explicado los 3 componentes de la vocación, desde la perspectiva humana.

El tema es que en nuestro mundo moderno en tantas ocasiones estamos metidos más en la sobrevivencia que en la verdadera vivencia de esta vida, para muestra una pregunta básica: ¿Estoy viviendo mi vocación? En mi matrimonio, en mi trabajo, en mis estudios, con mis amigos, con mis hijos, en mi vida diaria, ¿Estoy viviendo mi vocación? Si la respuesta es sí, felicidades, vives cada día con sentido, con trascendencia, con visión de futuro, si la respuesta es:  no sé o no, hoy Dios te invita a buscar encontrarte con Él en tu vocación.

II. Mensaje

El número 27 del Nuevo Catecismo evoca a la Encíclica Gaudium et Spes (Alegría y esperanza) y dice con claridad: “La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios

Ahí tenemos en 2 líneas nuestra vocación, vivir en comunión con Dios, ser uno con Él.

La Antífona de la Comunión de este Domingo nos explica el ¿Cómo encontrar esa vocación? Con humildad, aceptando que la vocación no es una intención, ni invención nuestra, sino un llamado divino, ¿Quieres encontrarte con Dios? Sigue la vocación que Dios te dio.

La vocación involucra salir del error y consecuente pecado de aceptarnos tal y como somos, porque eso involucra orgullo en vez de humildad, ser más fariseo y menos justo. Ningún Santo aceptó su vocación quedándose y aceptándose tal como era, pero todos los tiranos, justamente hacen eso; rechazar la vocación es dejar que la tiranía del ego domine tu vida.

Ahora, para descubrir mi vocación tengo que darme la oportunidad, crear el silencio y vaciarme de mi ego, para que el Espíritu Santo, pueda ayudarme a descubrir lo que “desde antes de formarte en el seno materno” Dios ya había depositado en ti, un camino para llegar a tu plenitud, no mediante el cumplimiento de tus caprichos, sino a través del seguimiento de su plan divino. 

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

La primera lectura de este domingo está tomada del libro del profeta Jeremías, y debo de confesar que es uno de mis textos favoritos de toda la Biblia.

Quiero empezar por la segunda parte del texto, Dios no nos miente, Dios nos avisa que seguir la vocación que Él nos ha encomendado, no será fácil. Dios no es un psicólogo buena onda que nos da nuestra paleta y un apapacho, Él es un Padre. Quitémonos la idea del Deísmo Terapéutico Moralista, la vocación no es el camino fácil, no es el camino lindo, es el camino a la superación y por sobre todo es el camino a nuestra salvación, así finaliza el texto: “Yo estoy a tu lado para salvarte”

Tomemos ahora los 2 verbos más importantes de la parte inicial:

  • Te conozco. Si yo llego a terapia y el psicólogo me dice que me conoce, aun después de años de estar juntos, diría que está loco. Si mi Mamá o mi Papá me dice que me conocen les diría que conocen una buena parte de mí, pero no conocen todo de mí, mismo caso con mi esposa, mis hijos o mis amigos. Si yo me pregunto a mí mismo: ¿Te conoces? la respuesta es no, completamente. Que Dios nos conozca es una bendición, es un descanso, alguien sabe porque siento, pienso, analizo, vivo, etc. de la forma que lo hago. Debo acercarme a Él para buscar esas respuestas que aún no encuentro.   

¿Busco a Dios para que me explique quien soy y que quiere de mí?

  • Te consagré. La palabra «consagrar» viene del latín consecrare y significa «hacer totalmente sagrado» ¡¡¡PUM!!! Dios quiere que sea 100% sagrado, es decir 100% de Él, por eso como vimos en el número 27 del Nuevo Catecismo: “La razón más alta de la dignidad humana consiste en la vocación del hombre a la comunión con Dios

¿Estoy viviendo mi vida como un consagrado de Dios?

El Salmo que la liturgia toma para este domingo es el número 70 (71), y de este texto quiero tomar únicamente el versículo 6: “Desde que estaba en el seno de mi madre, yo me apoyaba en ti y tú me sostenías

Dos reflexiones muy claras:

  1. Esta es la respuesta que debemos darle a Dios, ante lo que nos dice a nosotros en boca del profeta Jeremías: “Antes que yo te formara en el seno materno, te conocí
  2. Volvamos a ser niños, y apoyemos y sostengamos toda nuestra vida en el plan de Dios, Él nos conoce

La segunda lectura es la continuación de las últimas semanas, San Pablo le escribe a los Corintios.

La definición del amor que San Pablo nos da en esta carta está lejísimos del amor que nuestra cultura actual nos quiere mostrar, es controversial y es distintivo, es bajo este amor que a los primeros cristianos los diferenciaban: “¡Mirad cómo se aman!”

Aun siendo uno de los textos más escuchados de la Biblia (se lee en casi todas las bodas) es de los menos entendidos.

La mayoría lo dejamos en el nivel de sentimiento. ERROR. El ser humano no es responsable por sus sentimientos, pero si es responsable por su amor. Si el amor es solo un sentimiento y Cristo murió por amor, los Cristianos somos unos estúpidos. 

El amor, que es la vocación fundamental del Cristiano, no es un sentimiento, es un deseo y un actuar, no es pasivo, sino activo, involucra la libertad y busca el bien del otro (no solo el deseo).

Por eso San Pablo dice que, aunque tu seas muy buen financiero, doctor, contador, administrador, vendedor, ama de casa, chofer u otro oficio o profesión, sino tienes amor, no eres nada, eres solo una campana que resuena, eres, en lenguaje actual, mucho blu blu blu, pero poco bla bla bla.

En el juicio final no nos van a preguntar que tan buenos éramos en nuestro trabajo, o nuestras calificaciones o si nuestra casa siempre estaba ordenada y limpia, Al atardecer de la vida, seremos examinados en el amor.

El Evangelio de este Domingo está tomado del Evangelio de Lucas, es una continuación del texto de la semana pasada.

El cumplir la vocación como lo hace Cristo, involucra decirle a tus vecinos, compadres, primos y familiares, lo que es correcto, aunque eso te pueda costar su desapruebo. Los que quieren despeñar a Jesús eran cercanos a Él, lo conocían de al menos 20 años, pero son justos ellos los que menos abiertos están a que Jesús les muestre donde están sus errores, ellos quieren mantener, tal como son, sin cambio, y sin cambio la Buena Nueva de Dios, no puede entrar en los corazones. 

Cuando los amigos, y conocidos de Jesús ven que va a su pueblo y habla con tal prudencia: “Todos le daban su aprobación y admiraban su sabiduría”, pero en el momento que Jesús ve que en el corazón de estas personas hay una búsqueda de sus propios planes y no del plan de Dios, no del llamado, de la vocación, de la entrega, del amor, sino del ego, del yo, de la soberbia, Jesús les dice que ahí, donde no hay humildad, Él no será profeta.

Dios en muchas ocasiones no nos da la vocación en casa o en la familia, o con los amigos, y ese dolor de ser rechazado por los más cercanos es una confirmación de que estamos dispuestos a cumplir con sus planes por encima de nuestros sentimientos, planes y deseos. 

¿Estás dispuesto a vivir tu vocación para los demás?

IV. Oración

Dios Padre, sé que me amas. 

Confío en que tienes una vocación especial para mi vida que conducirá a mi santidad, mi felicidad y la salvación de las almas.

Enséñame cómo hablar contigo y escucharte, para que en el silencio de la oración puedas abrir mi corazón para conocer y seguir este plan.

Por favor, coloca personas santas en mi camino para ayudarme a conocerte, amarte y servirte, para que pueda convertirme en un testigo efectivo de Tu amor en el mundo.

Amen.

V. Compromiso

Reflexión: 

  • ¿Busco a Dios para que me explique quien soy y que quiere de mí?
  • ¿Estoy viviendo mi vida como un consagrado de Dios?

Acción: 

  • Listar las 3 cosas que Dios me ha dado para mi vocación

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

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