Padre Georges Lemaître

Padre de la teoría del Big Bang

(17 de julio de 1894 – 20 de junio de 1966)

Durante mucho tiempo, los científicos pensaron que el tamaño del universo era constante. Algunos pensaban que el universo no tuvo un comienzo. Se creía que siempre había existido y que era simplemente materia sin origen, sin un Creador, es decir, sin Dios. 

Esta idea chocaba con la creencia católica de que Dios creó el universo. Parecía como si la fe y la ciencia no pudieran ponerse de acuerdo. Hoy, sin embargo, los científicos saben que el universo tuvo un comienzo y aún se está haciendo más grande. ¡Ha estado creciendo desde que comenzó! Los científicos ahora saben todo esto porque a un sacerdote católico, Georges Lemaître, se le ocurrió una idea sobre el comienzo del universo que se podía probar con la ciencia y se alineaba con la fe católica.

Nacido en Bélgica, Georges era un niño al que le encantaba descubrir cómo funcionaban las cosas. Tenía talento para las ciencias y las matemáticas, así como un amor por su fe. A veces la gente le decía que la fe y la ciencia no podían llevarse bien, pero él no estaba de acuerdo.

Después de terminar la escuela, Georges sirvió en el Ejército durante la Primera Guerra Mundial. Después de la guerra, estudió matemáticas y recibió un doctorado en 1920. También decidió convertirse en sacerdote y fue ordenado sacerdote Jesuita en 1923.

Georges obtuvo títulos avanzados en matemáticas, ciencias, y física de las mejores escuelas del mundo. Estudió en la Universidad de Cambridge en el Reino Unido, y en la Universidad de Harvard y el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Massachusetts. 

En 1925, a los 31 años, Lemaître aceptó una cátedra en la Universidad Católica de Lovaina, cerca de Bruselas, cargo que mantuvo durante la Segunda Guerra Mundial (cuando resultó herido en el bombardeo accidental de su casa por parte de las fuerzas estadounidenses). Era un maestro dedicado que disfrutaba de la compañía de los alumnos, pero prefería trabajar solo. Los intereses religiosos de Lemaître siguieron siendo tan importantes para él como la ciencia a lo largo de su vida, y se desempeñó como presidente de la Pontificia Academia de Ciencias desde 1960 hasta su muerte en 1966.

Lemaître también obtuvo un bachillerato en filosofía tomista, la filosofía del sacerdote italiano del siglo XIII, San Tomás de Aquino, que sustenta la Iglesia Católica.

El padre Georges escuchó teorías de que el universo estaba creciendo. Su teoría del Big Bang lo llevó aún más lejos. Dijo que si el universo estaba creciendo, entonces debió haberse aplastado alguna vez en una forma mucho más pequeña. Dijo que el universo una vez estuvo empaquetado en lo que llamó un «huevo cósmico». Según su teoría, este huevo se abrió repentinamente con un estallido gigante y el universo se extendió rápidamente. Esta explosión gigante continúa dando al universo su forma creciente en la actualidad. En 1927, compartió sus ideas y la gente se dio cuenta. 

La teoría del Big Bang fue un gran problema tanto para los grupos científicos como para los religiosos. Proporcionó un terreno común donde mucha gente pensaba que no había ninguno. Para los científicos, explicó que nuestro universo estaba creciendo y por qué. Para los religiosos apoyaba la idea de que nuestro universo tuvo un comienzo y no siempre existió. El Papa Pío XII dijo que la teoría apoyaba la creencia de que Dios creó el universo.

Usando la mecánica cuántica y observando el universo, hoy en día, los científicos pueden calcular con una precisión asombrosa la tasa de esta expansión en diferentes períodos, la temperatura del universo a lo largo del tiempo, cuándo se desarrollaron las fuerzas cuánticas y las partículas, y cómo todos estos factores llevaron a la creación de todo lo que podemos ver hoy.

Hay algunas similitudes entre la teoría del Big Bang y nuestros relatos bíblicos de la creación, la idea de que hay un punto de partida singular exacto – tiempo y espacio – en lugar de una regresión infinita de universos anteriores encaja muy bien con nuestra comprensión de que Dios, siendo infinito, fue el catalizador de toda la creación, en lugar de existir para siempre por sí mismo.

Al principio, un famoso científico llamado Albert Einstein no estaba de acuerdo con la teoría del Big Bang. Pero con el tiempo, sus puntos de vista cambiaron y llegó a ver el mérito de algunas de las ideas del Padre Georges. Einstein y el padre Georges se respetaban mutuamente como científicos. Cuando el padre Georges subió al escenario en una reunión de los mejores científicos del mundo, usó la ciencia y las matemáticas para explicar sus ideas. Más tarde, otros científicos ampliaron la teoría del Big Bang. Desde entonces, los matemáticos han podido medir la velocidad de crecimiento de nuestro universo.

Esta medida nos dice que el universo probablemente tenga más de 13 mil millones de años.

El Padre Georges fue honrado con muchos premios. El Papa Pío XII, el Rey Leopoldo III y grupos científicos de todo el mundo celebraron la labor del sacerdote. En 1936, el Padre Georges se convirtió en miembro del equipo de científicos del Papa y más tarde se le pidió que fuera su líder. Sirvió de esta manera durante dieciséis años. Aunque no lo ganó, el Padre Georges fue nominado para el Premio Nobel en 1954 y nuevamente en 1956. Después de una célebre carrera científica y muchos años de ministerio, el Padre Georges murió de cáncer. Se le recuerda como un hombre humilde que veía tanto la ciencia como la religión como formas honestas de buscar la verdad.

Como menciona el Catecismo Católico en el punto 283: “La cuestión sobre los orígenes del mundo y del hombre es objeto de numerosas investigaciones científicas que han enriquecido magníficamente nuestros conocimientos sobre la edad y las dimensiones del cosmos, el devenir de las formas vivientes, la aparición del hombre. Estos descubrimientos nos invitan a admirar más la grandeza del Creador, a darle las gracias por todas sus obras y por la inteligencia y la sabiduría que da a los sabios e investigadores.”

La Fe y la Razón son 2 disciplinas, que deberían describirse como magisterios no superpuestos, es decir, que son formas independientes de conocer la verdad, que no hablan de las mismas cosas de la misma forma en que las piensan.

Como ejemplo, un astrofísico y un poeta pueden mirar la misma puesta de sol, probablemente la describirían de maneras completamente diferentes, el astrofísico no dará datos y cifras, mientras que el poeta captaría cómo se sintió al mirarla a pesar de ser diferente en todos los sentidos, ambos pueden seguir siendo verdaderos porque tienen en su centro un propósito diferente.

• La ciencia usa nuestro sentido de:
  • Percepción y Racionalidad para llegar a una mejor comprensión de lo que nos rodea. Nos da respuesta al: Acerca de. 
• La religión usa:
  • La Revelación y la Fe para llegar a una mejor comprensión de por qué algo es y qué se supone que debemos hacer con eso.Nos contesta el: Por qué.

Durante mucho tiempo, la comunidad científica se había olvidado de la contribución del padre Georges a la idea de que el universo se está expandiendo. 

La ley que describe la expansión comprobable de nuestro universo se conocía simplemente como la Ley de Hubble, llamada así por el astrónomo Edwin Hubble, quien descubrió la ley poco después del padre Georges.

En 2018, sin embargo, los científicos votaron para honrar al padre Georges y le cambiaron el nombre a Ley Hubble-Lemaître. Un cráter en la luna y un pequeño planeta llevan su nombre.