Servirnos de los bienes pasajeros, con nuestro corazón puesto en los bienes eternos – XVII Domingo del tiempo Ordinario

I. Experiencia de Vida

Hay un libro de Matthew Kelly llamado, Los cuatro signos de un Catolico dinámico: ¿Como envolviendo al 1% de los católicos podría cambiar el mundo? En este libro Matthew hace una comparativa entre el principio de Pareto, es decir el 80-20, 80% de una meta es lograda por el 20% de la población. Matthew realizó una investigación, para ver si el principio de Pareto en la donación de tiempo y/o dinero, en la iglesia católica, también se daba.

Lo que descubrió fue lo siguiente 2 datos muy fuertes:

  • 6.4% de las personas en la iglesia aportan el 80% de las horas de voluntariado. 
  • 6.8% de las personas en la iglesia donan el 80% de las contribuciones financieras.

Estos datos son muy fuertes, ¿Qué nos dicen de nuestra iglesia? si Cristo, dio su vida por nosotros ¿No debería ser la donación una de las principales características del Cristiano? Pero estos números son justamente contrarios. 

No será que somos únicamente Católicos Consumistas? Es decir voy a la iglesia a consumir, consumo los sacramentos, consumo los servicios religiosos, consumo las peticiones, de ahí se deriva una gran pregunta ¿Qué le doy yo a la iglesia? ¿Qué le doy yo a mis hermanos? 

Sí mi Cristianismo fuera juzgado únicamente por lo que doy ¿Qué calificación tendría?

II. Mensaje

El mensaje del domingo está claramente explicado en la oración colecta,  en tres momentos:

  1. Sin Dios nada es fuerte ni Santo.
  2. Servirnos de los bienes pasajeros.
  3. Poner nuestro corazón en los bienes eternos.

Vamos a unir estos 3 conceptos 

  • Mi fortaleza y mi santificación las logró cuando el centro no son los bienes pasajeros
  • Cuando mi mente, mi corazón, mi espíritu, mi fortaleza y mi santidad están fijas en llegar al cielo, luego entonces 
  • Todo lo que tengo en la tierra, todos los bienes pasajeros, sirven para llegar a ese bien eterno, y entonces soy fuerte y Santo 

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

En la primera lectura del libro de los Reyes, Eliseo, nos muestra como funciona Dios en la donación, cuando un hombre dona sus primicias, no sus sobras, sino lo primero, lo más puro, luego entonces Dios obra el milagro de con lo poco que uno dona, el poder hacer maravillas.

Esto lo vemos con claridad en cada Misa. Un pedazo de pan y un poco de vino, cosas insignificantes, pueden bajo la correcta donación convertirse en el cuerpo y la sangre de Cristo.

¿Qué pasaría si no solo dieras el pan y el vino, si dieras tu propia vida? ¿Qué podría hacer Dios con tu vida?

Cuando alguien se da, se regala, se vuelve una donación a los demás: Todos comen y sobra.

El salmo de este domingo, el Salmo 144 (145), la tercera estrofa que son los versículos 17 y 18, leemos:

El SEÑOR es justo en todo lo que hace;

sus hechos muestran lo bueno que es.

El SEÑOR está cerca de todos los que lo buscan;

de los que lo buscan sinceramente.

Volvamos a leer la Oración colecta, soy fuerte y Santo en la medida que estoy cerca de Dios, y ¿Cómo mido mi cercanía con Dios? En tu donación, ¿Cuánto de tu vida estás donando?

San Pablo en la segunda lectura en la carta a los Efesios, nos presenta 2 conceptos que quiero rescatar:

  1. Lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. ¿A qué te ha llamado Dios? 
  2. En la segunda estrofa, San Pablo habla de unidad en 7 ocasiones:
    1. Un solo cuerpo,
    2. Un solo Espíritu,
    3. Una sola esperanza,
    4. Un solo Señor,
    5. Una sola Fe,
    6. Un solo bautismo,
    7. Un solo Dios y Padre

En el momento que nos ponemos dispuestos al llamamiento de Dios, nos ponemos en actitud de donación, entonces estamos unidos, somos uno, con Cristo, y por tanto somos uno con el Padre.

Finalmente el Evangelio, hacemos una pausa del Evangelio de San Marcos, que veníamos leyendo, para leer el Evangelio de San Juan.

Lo que leeremos este domingo, es junto con la Resurrección, el único milagro que aparece en los 4 evangelios: La Multiplicación de los Panes.

Voy a poner para reflexionar 4 ideas

  1. A la otra orilla. Ningún milagro de esta magnitud sucede en el confort, los grandes milagros suceden en la otra orilla.
  2. Hizo esto para ponerlo a prueba. Juan nos está confirmando lo que muchos ya sabíamos, que a Dios Padre y al propio Cristo, les gusta probar a sus discípulos más queridos. Santa Teresa de Ávila preguntó una vez a Cristo por qué ponía tantas dificultades en su camino. “No te quejes, así trato a mis amigos”- respondió Jesús. “Ahora comprendo, Señor, por qué tienes tan pocos amigos”.. Jesús exige a sus amigos una prueba. La prueba del amor, de la donación total de ellos mismos por amor a Él. Y cuando el hombre se la da, cuando el hombre entrega a Dios su amor, entonces es cuando el hombre se llena e inunda de alegría porque Dios no se deja ganar en amor.
  3. Un muchacho trae 5 panes y 2 peces. Si Cristo puede con 5 panes y 2 peces alimentar a 5000 hombres sin contar mujeres y niños ¿Qué podría hacer con tus capacidades? Somos más que 5 panes y 2 peces.
  4. Recojan los pedazos sobrantes, para que no se desperdicien. Cristo no quiere desperdicios, aun siendo Dios y Señor de todo, no quiere que se malgaste nada ¿Qué estoy desperdiciando de los dones que Dios me dio?

IV. Oración

Autor: Charles de Foucauld

Padre, me pongo en tus manos,

haz de mí lo que quieras,

sea lo que sea, te doy las gracias.

Estoy dispuesto a todo,

lo acepto todo,

con tal que tu voluntad se cumpla en mí,

y en todas tus criaturas.

No deseo nada más, Padre.

Te confío mi alma,

te la doy con todo el amor

de que soy capaz,

porque te amo.

Y necesito darme,

ponerme en tus manos sin medida,

con una infinita confianza,

porque Tú eres mi Padre.

Amén. 

V. Compromiso

Reflexión: 

  • ¿Recibo más de lo que doy? ó ¿Doy más de lo que recibo?
  • ¿Soy un Catolico consumidor o aportador?
  • ¿Cuáles son tus 5 panes y 2 peces?

Acción: 

  • Buscar mis principales capacidades y ponerlas a la disposición de Dios y de los hombres
  • Dedicar 5 minutos diarios a la donación de mi tiempo, intelecto, dinero u oración por lo que más lo necesiten.

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

Un comentario en “Servirnos de los bienes pasajeros, con nuestro corazón puesto en los bienes eternos – XVII Domingo del tiempo Ordinario

Deja un comentario