Está cerca el reino de Dios – III Domingo Ordinario

I. Experiencia de Vida

Hay un cuento que narro en muchas ocasiones, debo de confesar que ya no recuerdo como llego a mi vida, más siempre es una historia que ocupo para ejemplificar la llegada de Dios a nuestras vidas.

Imagina que tienes tu coche favorito, es el coche que has soñado toda tu vida, es algo que llevas años deseando y por fin lo estas disfrutando al máximo, estas en la carretera, sacándole todo el provecho al motor, al agarre de sus llantas, a como se escucha el motor, a como se siente la dirección, en pocas palabras, estás teniendo una experiencia extraordinaria. 

De pronto, ves en la orilla de la carretera a una figura conocida, de primera instancia, no puedes creer que es Él, el mismísimo Jesús está a la orilla de la carretera pidiendo aventón, pidiendo que lo subas a tu auto, sale el Cristiano piadoso que muchos llevamos dentro, y te detienes y le pides que se suba, que lo llevaras a su destino. 

De pronto, Jesus sube los pies al tablero del auto, y lo mancha (Jesús trae sandalias y tierra), y pues no dices nada, es Jesús. A los segundo se pone a jugar con el elevador de la ventana, hasta que lo descompone, te molestas, pero no dices nada, es Jesús. De pronto, te dice: “Cambiame de lugar, voy a manejar”, te duele en el alma, y quisieras decir que no, pero, es Jesús, y lo dejas manejar. Jesús no es malo para manejar, es malisimo, maneja horrible, y escuchas como mete mal las velocidades, mete pésimo el clutch, no sabe que existen las direccionales, frene tardísimo y muy fuerte, estas a un segundo de pedirle que pare, cuando se mete a la terracería y maneja como si fuera pista de carreras, escuchas como el coche pega y se rompe el carter, una rama pega en el parabrisas y lo rompe, así que no aguantas más y gritas: “¡¡¡PARA!!!”. Él se detiene, y te dice: “Si quieres que yo maneje tu vida, es a la forma que yo quiero, no a la tuya

II. Mensaje

La soberbia, la avaricia, la lujuria, la ira, la gula, la envidia y la pereza son las siete pasiones del alma que la tradición eclesiástica ha fijado como «pecados capitales», son todos

patrones de disfunción dentro de nosotros que nos conducen a la infelicidad.

El catecismo de la Iglesia Católica en sus números 1873 a 1876 nos explica los componentes humanos del pecado

  • 1873 La raíz de todos los pecados está en el corazón del hombre.
  • 1874 Elegir deliberadamente, es decir, sabiéndolo y queriéndolo, una cosa gravemente contraria a la ley divina y al fin último del hombre, es cometer un pecado mortal. Esto destruye en nosotros la caridad sin la cual la bienaventuranza eterna es imposible. Sin arrepentimiento, tal pecado conduce a la muerte eterna.
  • 1876 La reiteración de pecados, incluso veniales, engendra vicios entre los cuales se distinguen los pecados capitales.

Jesús, permitió que toda esa oscuridad lo envolviera, lo aplastara, lo apagara. Pero luego, al tercer día, como Jonás en la panza del pez, resucitó de entre los muertos por el poder del Espíritu Santo, y por lo tanto superó, ganó la partida e hizo desaparecer la oscuridad, no solo para Él, sino para todos los que creemos en Él.

En el fondo, el ser humano desde Adan, hasta nuestros días, lucha constantemente entre seguir nuestros propios deseos y los planes de Dios, entre dejar nuestras redes y seguir los planes de Dios, entre quedarnos pescando lo terrenal o seguir el plan divino.

Todos estamos llamados a una misión, todos estamos llamados a la trascendencia, eso no es fácil es complejo y difícil, en nuestro modelo de vida actual, buscamos evitar lo que sea complejo o complicado, por lo que la mayoría de nosotros, pecadores, la mayor parte del tiempo, hacemos todo lo posible para evitar nuestra misión. 

Sin darnos cuenta o viéndolo como algo menor, optamos por ignorar lo que Dios ha dicho, ceder a cualquier otra voz, tomar el camino de menor resistencia, poner excusas, alegar nuestra propia pecaminosidad, conformarse con la mediocridad espiritual.

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

La primera lectura está tomada del libro del Profeta Jonas. Jonás es uno de los profetas menores, claramente, no por su altura o por su importancia, sino porque sus textos son cortos, son solo 4 capitulos. Jesús hace relación con Él, para regañar a algunos maestros de la ley y fariseos.

Lo más importante para entender este 3er capítulo de Jonás sería entender de dónde venimos, venimos de un Jonás que “queriendo eludir el mandato del Señor, decidió huir”, ahora entiende que el centro de su vida, no es el mismo, por eso vemos que Dios dirije ahor la vida de Jonás:

  1. Disponte a ir…
  2. Pregonar allí el mensaje que yo te encargo.
  3. Partió Jonás al instante…
  4. De acuerdo con la orden del Señor.

El Salmo de este domingo, ocupa un verbo clave del Cristiano: Enséñame. ¿Qué involucra este verbo? 

  1. Yo no se
  2. Hay alguien que sabe
  3. Debo someterme a sus enseñanzas

De nuestra parte requiere una acción: Humildad. “Enseña su camino a los humildes

¿Quieres aprender los caminos del Señor? Toma la actitud del alumno, se humilde y obedece al Señor. 

En la segunda lectura seguimos leyendo la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios, en ella se nos hace un aviso muy semejante al de Jonás a Nínive: “el momento es apremiante”, así como el final de la lectura: “porque el mundo, tal como lo conocemos, pronto pasará

Que nos dice San Pablo:

  1. Los que tienen mujer, 
  2. Los que lloran, 
  3. Los que están alegres, 
  4. Los que compran,
  5. Los que negocian

Son ejemplos los que se nos ponen de los substitutos de Dios, según Santo Tomas: Ni las riquezas, ni la fama, ni el honor, ni el placer pueden consistir en el objeto de nuestra felicidad. San Pablo está explicandonos lo que dirá San Agustín siglos después: “Nos has hecho para ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en ti.”

Finalmente en el Evangelio, Jesús utiliza una frase que se aplica perfectamente a nuestra vida, a nuestra realidad, a lo que vivimos hoy: “El tiempo se ha cumplido”, ¿eso que significa? Significa que el tiempo de preparación termino, que ya no es hora de ser simples Cristianos de expectativa, debemos volvernos Cristianos de acciones.

No estamos llamados a ser Cristianos, deslactosados, descremados y descafeinados, sino a Ser la sal de la tierra y la luz demunod, y nuestro lider, nuestro maestro, nuestro Dios, nos esta dando ese banderazo de salida.

Si este llamado a ser lideres Cristianos, no nos quedara claro, la siguiente frase de Jesús es: ”Síganme, y yo haré de ustedes pescadores de hombres.”

La misión no solo implica ser buenos, la misión implica ser Cristianos, es decir ser de Cristo. Por eso dice Siganme, Él pone el ejemplo de vida, el se pone de ejmplo de como debemos vivir nuestra vida.

Para finalizar y conectar el Evangelio con la carta de San Pablo, Santiago y Juan, dejaron a su Padre. Es decir, no es malo trabajar con mi Papa, al contrario, es algo muy bueno, pero estamos llamados no solo a la bueno, sino a lo Santo, no estamos llamados a ser los mejores, los más buenos, los más agradables o buenas personas, estamos llamados a ser Santos, y el Camino de la Santidad es Cristo.

IV. Oración

¡Señor, Tú conoces mi incapacidad para amar, las veces que me miro sólo a mí mismo sin ser capaz de verte a Ti y a los demás! 

¡Transforma mi corazón en un corazón amoroso, obediente, generoso, entregado! 

¡Señor Tú todo lo puedes, todo lo ves y todo lo haces! 

¡Te pido que me perdones por mis frecuentes desobediencias! 

¡Perdóname, Dios mío, porque mi soberbia y mi orgullo me hacen no seguir tu voluntad y tus mandamientos! 

¡Dame, Señor, la fuerza para obedecerte siempre! 

¡Envíame tu Espíritu para hacerme dócil a tus mandatos porque la carne, Señor, es débil y la lucha es siempre difícil! 

¡Y conforme a tu santa misericordia, Señor, te pido por todas mis necesidades! 

¡Te suplico, Señor, que aplaques mi orgullo y me fortalezcas en la obediencia porque obedecerte y amarte conlleva recibir Tu bendición! 

¡Bendice, Señor, también a todas las personas que quiero, especialmente a mi familia, a mis amigos, a mis compañeros, a mis hermanos en la fe, que tu mano se extienda sobre sus vidas para derramar todas las bendiciones y que te obedezcan siempre! 

¡Y en el poder que me otorga tu Santo Nombre reprendo a todo espíritu de desobediencia y rebeldía que haya en mí y que quiere gobernar mi vida! 

¡Señor, te doy gracias porque sé que vas a fortalecerme y ayudarme a caminar como a ti te gusta! 

¡Gracias, Señor, por tanto amor y misericordia!

Amen.

V. Compromiso

Reflexión: 

  • ¿Qué pasaría si comenzaras a abrazar tú misión, el plan de Dios?
  • ¿Cada cuánto reflexionas en el plan de Dios para tu vida?

Acción: 

  • Orar por nuestra vocación y la de nuestra familia

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

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