La expectativa humana vs la Providencia Divina – IV Domingo de Adviento

I. Experiencia de Vida

Durante 2010 y 2012 trabajé en una empresa que se llamaba Sm4rt, y tuve la oportunidad de convivir de manera muy cercana con Victor Chapela, que estaba desarrollando sistemas de inteligencia artificial, imitando el comportamiento del cerebro, en particular del neocórtex, y la parte frontal de nuestro cerebro, es decir, mucha de la parte de nuestro cerebro que nos ha permitido evolucionar por encima de los animales.

En uno de los ejemplos que más me gustaban, de la explicación de nuestro cerebro, Victor, ponía el ejemplo de cuando tocamos algo que está frío, y pensábamos que estaba caliente, algo que pensamos que estaba pesado y estaba ligero, es decir, la expectativa, es una forma de evolución, hoy lo estas haciendo al leer este texto, en muchas ocasiones no es necesario que leas letra por letra, asumes, presumes o intuyes, lo que yo quiero escribir y tu cerebro «rellena» las letras o palabras faltantes.

Para muchas cosas esta forma de trabajar de nuestro cerebro con base en expectativas, es muy buena, el tema es cuando esas expectativas te limitan a que Dios pueda cumplir sus planes, su Providencia Divina, en tu vida.

¿Qué tan a menudo mis expectativas de lo que Dios puede hacer en mi vida son tan insignificantes, que son una burla al gran plan de Dios?

II. Mensaje

La única forma de que Jesús pueda darte todo lo que tiene preparado para ti, y nacer en tu vida en esta Navidad, es si tú estás dispuesto a ofrecerle tus proyectos, tus ideas, tus expectativas a Él, a sabiendas que los puede cambiar por completo.

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

En la primera lectura del Segundo libro de Samuel, se nos narra la historia de las bellas expectativas de David, versus los grandiosos planes, la Providencia, de Dios.

Esta historia debió ocurrir muy cerca del año 1000 a.C., esto es importante, ya que podemos sacar de contexto una profecía, cuando la vemos a corto plazo, la pondríamos en los tiempos humanos, más cuando una profecía lleva 1,000 años en cumplirse y su cumplimiento lo vemos efectivo hasta el día de hoy, nos damos cuenta que esto no es otro cuento humano, que algo sobrenatural, un plan mucho más grande que los planes humanos están detrás de todo esto.

La pregunta que Dios le hace a David a través de Natán es válida también para nosotros el día de hoy: «¿Piensas que vas a ser tú el que me construya una casa, para que yo habite en ella?«

¿Por qué es trascendental este momento, y qué impacto tiene en mi vida? La intención de David no es mala, más el plan de Dios es que dicho templo no sea obra de Él, sino de su hijo Salomón, más la intención de David, «despierta» en Dios un plan superior, el plan de crear de David una dinastía eterna, hacer de su Reinado, el modelo de Reinado, y ponerlo como fundamento de la estructura de su pueblo y hoy de su Iglesia.

Lo trascendental es que debemos de ver en esto, lo que aplica a nuestra vida, claro que es bueno que hagas cosas por y para Dios, pero es aún más importante que abras tu corazón a la voluntad de Dios, a la Providencia.

Entendiendo lo anterior, el Salmo 88, nos sirve de ejemplo.

Normalmente leeriamos la estrofa primera en forma lineal, es decir, primero diría lo que yo voy a hacer (1º y 2º renglón) para poder leer lo que Dios ha dicho (3º y 4º renglon)

Haz un ejercicio conmigo y lee primero lo que Dios dice y en consecuencia lo que tú harás, de esta forma quedaría el texto:

El Señor ha dicho: «Mi amor es para siempre y mi lealtad, más firme que los cielos, por lo tanto, yo (di tu nombre) proclamaré sin cesar la misericordia del Señor y daré a conocer que su fidelidad es eterna.

En este caso el orden de los factores SÍ altera el producto, el centro es Dios, yo actúo en consecuencia de su voluntad de que yo exista, de que yo tenga ciertas capacidad, de que yo viva en donde vivo, etc.

Es por esto que San Pablo en su carta a los Romanos, San Pablo ocupa una Doxología, es decir una alabanza a Dios, para ponerlo a Él al centro, nuestra labor es únicamente la que San Pablo específica al final: «démosle gloria».

Esa gloria se debe expresar en 2 acciones específicas:

  1. Cumplir el Evangelio, y
  2. Predicar a Cristo para atraer a todas las naciones

No por nuestras fuerzas, sino por Jesucristo, para siempre.

Finalmente llegamos al Evangelio de San Lucas, que lo conocemos como el de la Anunciación, pero que hoy quisiera renombrarlo como el de la aceptación de la Providencia DIvina, por encima de la Expectativa Humana.

Inicialmente, el evangelista nos narra que José el prometido de María es un varón de la casa de David, con esto se busca aclarar que Jesús es quien cumplira con la profecia de Natán.

Una vez que el Ángel entra a donde estaba Maria, le dice 3 cosas:

  1. Alégrate, es decir lo que te vengo a decir es de gran gozo
  2. Llena de gracia, el Ángel está diciéndonos que María es la creatura elegida por Dios para llevar a su propio Hijo, porque está llena de Dios, no llena de sí misma, y por eso
  3. El Señor está contigo, es decir será uno contigo

Las palabras finales del Ángel y las de María son para mi las que me llevan a mi actuar.

Gabriel le dice a María, y te dice hoy a ti: «No hay nada imposible para Dios»

María entendiendo esto, se somete a Dios diciendo: «Yo soy la esclava del Señor; cúmplase en mí lo que me has dicho»

IV. Oración

Santifica, Señor, mi vida, mis expectativas, mis planes, mis proyectos.

Los pongo como ofrenda en tu altar, para que, el mismo Espíritu Santo que fecundó a María, fecunde mi vida y la transforme en tierra fértil para la voluntad de Dios Padre, en su infinita Providencia.

V. Compromiso

Reflexión

  • ¿Qué expectativas de vida, me alejan de Dios?

Acción: 

  • Regalarle a Jesús de regalo de Navidad, todos tus planes y expectativas

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

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