El Cristiano, obligado a vivir alegre – III Domingo de Adviento

I. Experiencia de Vida

Siempre he sido una persona que disfruta muchísimo las fiestas, en muchas ocasiones he disfrutado aún más la preparación que la fiesta en sí misma.

¿Por qué?

Creo que la alegría viene de algo más profundo que lo simplemente externo, lo físico de estar con los amigos, el tiempo de estar con ellos. Es decir, en mi caso, ya estoy disfrutando a mis amigos y la convivencia desde la preparación.

Por otro lado, en esta semana vi la serie de The Vow, y me dejó muy impresionado como los seres humanos estamos siempre en busca de la felicidad, de la alegría y como dice San Agustín, no lo encontramos más que en Dios.

II. Mensaje

¿En dónde está la felicidad y la alegría?

Según Isaías en ser Salvados por Dios.

Mientras tú no sientas que Dios te tiene que salvar, y te puede salvar, no podrás ser feliz, mientras no creas que Dios te puede curar, Él no podrá curarte.

La llegada de Jesús debe obligarnos a estar alegres, el Salvador ya esta en camino.

III. Lectura de la Palabra, Reflexión y Explicación

En la primera lectura del profeta Isaías, está tomada del capítulo 61, un capítulo que para Jesús fue muy especial, se podría decir que lo eligió como Misión y Visión de su labor en la tierra.

En este texto Isaías nos dice que Dios es nuestra alegría si estamos en alguna de las siguientes 5 situaciones:

  1. Necesitados de buenas noticias
  2. Con un corazón lastimado
  3. Requerimos ser perdonados
  4. Nos sentimos esclavizados
  5. Buscamos un momento de libertad.   

El Salmo de este domingo, tomado del Evangelio de San Lucas, nos pone a María como ejemplo de dicha alegría. El alma de la virgen da Gloria a Dios en la medida que está alegre por la venida de Dios, y está jubilosa EN Dios, no para Dios, por Dios, como Dios, sino EN Dios, es decir, se vuelve una con Dios.

En la segunda Lectura, San Pablo le escribe a los Tesalonicenses, y a nosotros, exigiendo 3 cosas, super aplicables para este Adviento:

  1. Estar siempre Alegres
  2. Orar sin cesar
  3. Dar gracias

Estas 3 cosas, no nos las pide que las hagamos solos, sino que las hagamos EN Cristo Jesús.

Finalmente, en el Evangelio, el Apóstol San Juan, nos cuenta la historia de San Juan Bautista. El es un medio para llegar a Él, Él se reconoce como una voz que nos invita a rectificar el camino, un camino que siempre busca torcerse, pero debemos corregir con alegría.

IV. Oración

¡Oh Jesús! tengo el corazón apagado, soy cobarde. Ayúdame a no temer, animame a mirarte, ya que estas por encarnarte y estar a mi lado.

Ven Señor Jesús

V. Compromiso

Reflexión

  • ¿En qué cosas tengo puesta mi felicidad?
  • ¿En qué cosas tengo puesta mi alegría?

Acción: 

  • Mostrar mi alegría por la llegada de Dios a mi vida

Publicado por Juan Carlos Carrillo

Juan Carlos Carrillo es un predicador Católico. Ha trabajado para distintos movimientos religiosos, como el Regnum Christi, Familia Educadora en la Fe, la Arquidiócesis de Tlalnepantla, entre otros. Juan Carlos inicio su formación religiosa en Familia Educadora en la Fe desde los 3 años. A los 13 años se convirtió en animador de grupos juveniles. A los 19 años entro al movimiento Regnum Christi donde se encargo en durante varios años de los Círculos de Estudios, Horas Eucarísticas y Retiros. A los 24 años se convirtió en el Vice-Coordinador Nacional de Universitarios del Movimiento Familia Educadora en la Fe y a los 27 tomo la responsabilidad como Coordinador Nacional de Juveniles del mismo movimiento. Juan Carlos se dedica a dar charlas, conferencias y catecismo a jóvenes y adultos buscando que encuentren el amor de Dios en sus vidas.

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